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   â–²   Stayin' Alive, 2016
          Detalle

Esta propuesta versa alrededor del bodegón y la evolución de un género que comenzó siendo puramente decorativo, para ornamentar salones y estancias de la poderosa burguesía del norte de Europa, y terminó por mostrar al ser humano realizando algo tan cotidiano como comer. El bodegón representa diferentes formas de alimentar nuestro cuerpo, nuestros sentidos y nuestra alma. Y está, sobre todo, poniendo sobre la mesa todo aquello que vamos a perder o tal vez ya hemos perdido.

 

Cuando se produce los atentados del 11-S, el mundo ya estaba en recesión aunque no todos lo supiesen aún. Los atentados aceleran la mala marcha de la economía. De aquel fatídico día fue testigo la torre Hilton Millennium, junto a las Torres Gemelas, un perfecto paralelepípedo negro antracita de 55 pisos, inspirado en el idolatrado monolito de la película de Kubrick 2001: A Space Odisey que permaneció en pie entre las ruinas.

 

Stayin' Alive trata de evocar un espacio mental incierto y suspendido, en el que el espectador construya un hipotético futuro post-histórico, operando una comparación inevitable entre su propia condición actual y su conocimiento de la pre-historia, de sus herramientas materiales y de sus aspectos espirituales o proto-artísticos. Un acto intencional por columpiarnos antes y/o después de la historia, sugiriendo una confrontación inevitable entre el “antes” primordial de la historia humana y su hipotético, posible, “post”. Intentar ir más allá de la historia y construir una especie de “otra” prehistoria después de la catástrofe: una “prehistoria artificial”; o, si se prefiere, una post-historia.
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Buscar entonces, una certeza, un mínimo punto de soporte, un agarre concreto que pueda ofrecer aunque sea una débil demostración de que existe en verdad el mundo. Un proceso en que el sujeto, se enfrenta a una soledad violenta, donde de nuevo trata de proceder con sus propias fuerzas, cobijado en sus espacios más íntimos, entendiendo que ya no va haber ninguna guía fiel ahí fuera. El bodegón, ligado tradicionalmente a la potencia de realidad, alienta en nosotros esa perseverancia de ofrecer sustento sólido, aparentemente firme, conciso, casi tangible, pero a la par nos inmoviliza, nos atrapa en un extraño espacio-tiempo, sobreviviendo, en un presente remoto a la espera del siempre anunciado fin del mundo.

Instalación: Fotografía, nevera, escombros, fruta, botella y copa de vino. 2016

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   â–²   Hilton Odisey: 2001_Stayin' Alive 2016
          Impresión a tinta 29 × 18 cm

    â–²   Stayin' Alive, 2016

    â–¼   Instalación

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